El objetivo del festival fue cumplido. Se logró recaudar la misma cifrada robada, unos 4 mil pesos, y lo más importante se demostró la unidad y fuerza de los vecinos ante las intimidaciones de los sectores mafiosos que quieren poner palos en la rueda a la organización vecinal a la hora de discutir la inseguridad desde el punto de vista de lucha contra el crimen organizado y por políticas públicas para proteger a los ciudadanos.
En el patio de la iglesia se vendieron tortas, bizcochos, café y demás comestibles típicos de una tarde de domingo. Del otro lado se colgaron los mapa de los barrios en gigantografías y en las mesas se pusieron las notas periodísticas que reflejan las denuncias vecinales, sus cacerolazos y demás actividades.
Hubo música, discursos por parte de los vecinos de Recoleta, Versailles, de la Alameda y luego la participación especial del Padre Cesar y los Pecadores. Estuvieron de un hora tocando temas de Pappo, Intoxicados y propios de la banda que lidera el cura César. A lo último se realizó la rifa.
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